Vivimos en un planeta perfectamente construido, donde cada ser vivo cumple su misión. Desde la bacteria microscópica a la enorme Sequoia, desde la pulga a la ballena azul, todos mantenemos la estructura de este delicado engranaje.
En los cultivos de algodón tradicional, estos principios se olvidan... Pone los pelos de punta saber que el algodón ocupa el 3% del espacio cultivado en el mundo, que utiliza el 23% de los insecticidas existentes y el 10% de los plaguicidas en "proteger" los pequeños arbustos de algodón. De tanto "proteger", el ecosistema de la zona se ve alterado, desaparecen los insectos beneficiosos y el suelo se empobrece. Además, estos productos químicos, contienen derivados del petróleo, muy difícil de eliminar. Hablamos de productos muy tóxicos que afectan de la misma forma a los seres humanos que entran en contacto con ellos.
Un sistema de cultivo donde solo la cantidad de fibra producida importa.
*
En el proceso de cultivo e hilado del algodón orgánico, no se utilizan productos químicos.
*
Las plagas de insectos se combaten introduciendo insectos depredadores , las malas hierbas con cultivos de cobertura y la siembra de varios cultivos a la vez. El abono natural suple los fertilizantes químicos y la rotación de cultivos oxigena la tierra. En un entorno mas saludable, la tierra tiene menos necesidad de riego, los agricultores no enferman y los gastos en la producción se reducen.
Resultado:
Equilibrio.......